Casa

En la vida de todo joven, llega el momennto. Debemos dejar el nido. 

No siempre bajo las condiciones que queremos, sobre todo si eres mujer 

preferirías salir para ir a formar una nueva familia. 

Sobre todo si eres yo. 

Toda clase de sentimientos vienen al corazón, 

la auto justificación por si te sientes juzgado o incomprendido, 

el dolor de dejar la compañía de quienes te aman, 

el miedo a la soledad y desproteccion. 

 "Independizarse" realmente ya no es un sueño codiciado, 

si no la realidad que tengo que afrentar ante las situaciones.

Voy saliendo paso a paso de casa. 

 Pensando como evitar la perdida nuevamente 

y adaptarme a una nueva realidad que no pedí. 

Realmente espero no errar, y eh estado aprendiendo mucho. 

Me estoy acostumbrando a no tener un lugar fijo a donde confiar mi comodidad.

Volteo al suelo, y pienso en que no necesito más que lo que cargo en la maleta.

Quizá esta nueva perspectiva me permita ver mas arriba y confiar en el Señor.